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miércoles, noviembre 13, 2013

Reparación con alma...

Una de las ventajas de los barnices catalizados es su extrema dureza. Al ser mas rigidos que la madera en si, hay veces en que un golpe o una compresión en la guitarra normalmente termina rompiendo el barniz pero no la madera. 

En estos casos, siempre hay que asegurarse de que la fractura no traspasa completamente la madera. A simple vista, un luthier experto puede decidir si la fractura es exclusiva en el barniz, en la madera, o ambos. Hoy, la tecnología nos proporciona herramientas avanzadas, como las cámaras endoscópicas, que nos ayudan en la tarea.


Independientemente de la fractura, siempre es muy aconsejable estabilizar la veta afectada con unos refuerzos de la misma madera que la tapa.




Mientras el pegamento fragua, vamos a la siguiente reparación.

Se trata de una guitarra acústica especialmente bonita. El problema es que un ajuste incorrecto del alma, hace imposible tocarla.


Todos los instrumentos con mástil de la familia de la guitarra, necesitan que el diapason sea plano, o en todo caso, ligerisimamente concavo.

El problema de un mastil convexo es que al pulsar cualquier traste, el siguiente queda mas alto, lo que impide que la cuerda vibre.


En un mástil convexo, una regla plana pivotara sobre los trastes centrales y se verá luz en los primeros y últimos trastes, como se aprecia en la siguiente foto.


Es MUY peligroso tocar un alma si no se tiene experiencia, porque es posible llegar a deteriorar tanto el mástil que sea imposible recuperarlo. De hecho, hacer una corrección de unos milímetros como es el caso, llevará de 3 a 4 días. 

Aquí se ve el acceso a la tuerca del alma, en este caso a través de la boca. El ajuste del alma es un proceso lento por la propia naturaleza de la madera que necesita su tiempo para adaptarse a los cambios de curvatura del alma.  


Tras tres días de ajuste paciente y metódico, el mástil recupera su curvatura original.




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