Las reparaciones nunca se sabe como van a terminar... y esta reparación venía con sorpresa.
Esta guitarra venia al taller en principio solo para un lavado de cara, básicamente un rejuvenecer del barniz. Efectivamente, la guitarra había sufrido un poquito de abuso la pobre:
Jamás se deben poner pegatinas en una tapa. La luz del sol, aunque sea dentro de una habitacion cambia el tono de la madera siempre, excepto donde están las pegatinas. Esto es casi imposible de corregir incluso lijando hasta la madera a no ser que se acuchille profundamente.
Pero el problema real era muchísimo mas grave, aunque nadie había reparado en el. El puente tenía las horas contadas, y con él, la guitarra en si.
El puente estaba muy despegado de la tapa, tanto como para poder introducir de sobra la galga mas gruesa.
Quitar un puente medio despegado es algo complicado, pero factible. El problema es cuando la tapa es de CONTRACHAPADO. Efectivamente, la tapa solo tiene una finísima lamina de imitacion de abeto sobre el contrachapado... y aquí es donde empiezan las complicaciones.
El puente no se puede volver a pegar simplemente presionando ya que la tapa se ha deformado por un exceso/defecto de humedad y/o calor, y jamas volverá a encajar si no se quita por completo, se planifica y se vuelve a unir. Quitar el puente sobre el contrachapado es MUY difícil.
Había dos caminos:
El facil hubiese sido lijar suavemente el barniz existente, volver a barnizar y listo. Resultado: una guitarra reluciente con el puente despegado.
El difícil: quitar el puente, acuchillar la tapa, nivelar el puente, rebarnizar toda la guitarra, y volver a pegar el puente ajustado... una reparación 10 de no ser por el laminado de la tapa.
Es muy posible que parte de la lamina de imitación de abeto se desprendiese del contrachapado de debajo y eso hiciera que el puente se levantase. En una tapa de abeto macizo no hubiese sucedido esto.
Ahora hay que poner TODA la zona a nivel (ademas de reforzar a contraveta el contrachapado por seguridad). Y nivelar requiere primero quitar completamente el barniz hasta la madera desnuda, lo cual no hubiese necesario para rebarnizar porque solo habria que haber quitado hasta la selladora, sin tocar la madera desnuda.
Aqui el refuerzo para la zona dañada del puente.
Quiero agradecer aquí la ayuda de mi gran maestro y mejor persona, Jose Manuel Fernandez Enriquez (Gójar, Granada), considerado uno de los mejores restauradores del mundo y un constructor de guitarras excelente. De no ser por el, muy posiblemente estaríamos hablando de haber tenido que poner una tapa nueva.
Aunque la operación se realizó con el maximo cuidado, en algunas zonas se perdió el veteado de pino.
Lección aprendida: mucho cuidado con los instrumentos de maderas laminadas.
El problema de la tapa de contrachapado ha condicionado todo el resto de la reparación. Ya que el fondo tampoco son macizos, se optó por nivelar el barniz existente hasta CASI tocar la madera, y aplicar manos nuevas de base al agua.
Justo después de la ultima mano.
Una vez el barniz curado y pulido, toca pegar el puente que ha sido limpiado, planificado y vuelto a barnizar.
Ahora el puente ajusta perfectamente y cubrirá el refuerzo de abeto. Además se le colocarán calzos en la salida de la cuerda para aumentar el angulo de salida, que estaba muy debilitado con el paso del tiempo al coger holgura en los agujeros.
También se pulieron y limpiaron los clavijeros.
El problema de la tapa laminada ha deslucido mucho esta reparación. Al menos, el grave problema del puente ha quedado perfecto y la guitarra durará muchos años aun, esperemos que con un cuidado mas esmerado.
Foto resumen.