El estuche suele ser el lugar mas seguro para transportar la guitarra. El problema es cuando el estuche se transporta en el maletero de un avión...
El golpe debió ser fortísimo, a juzgar por la rotura del estuche. Incluso se puede tocar la guitarra sin sacarla.
Lo peor: los daños en la guitarra. Según su propietario, la raja en la tapa se ha ido extendiendo hasta llegar al puente.
En este caso se ha optado por una solución rápida y económica, que es estabilizar la raja para que no se abra mas y sellarla con mas barniz.
Para evitar que la raja se abra, se utiliza una técnica que se lleva aplicando desde hace siglos que consiste en pegar unos refuerzos de madera para estabilizar la rotura.
El tipo de madera, la forma, el tamaño y el número son críticos, pues cualquier reparación en la tapa puede afectar al sonido muy mucho.
Antes de pegar los refuerzos, se aprovecha para sellar y reforzar la unión con cola caliente.
Los refuerzos de la tapa se pegan también con cola caliente, que es la ideal para estas reparaciones.
Con los refuerzos ya pegados, se barniza la grieta con una técnica denominada "drop filling", que permite añadir mucho contenido solido en un punto en concreto, en este caso la linea de la grieta, para sellar y rellenar en una sola aplicación.
Otra alternativa, aunque mas costosa, es volver a barnizar la tapa, pero en este caso, esta es la mejor opción ya que en las tapas claras, una grieta forma una linea oscura que es casi imposible de disimular.
Mientras se seca el barniz, aprovechamos para reparar la funda, que vuelve a quedar totalmente funcional, aunque ahora con una cicatriz y una historia que contar.